martes, 10 de enero de 2012

USO INTERNO DEL OLIVO


USO INTERNO DEL OLIVO

Ayuda al hígado y a la vesícula biliar. Es colagogo, es decir que saca las acumulaciones de bilis de la vesícula biliar.
Una cucharada en ayunas elimina la acidez y la inflamación de estómago, mejora las digestiones pesadas.
Lubrifica los intestinos.
Las grasas insaturadas mejoran la fijación de las vitaminas liposolubles en el intestino.
Lentifica la digestión. Acelera el proceso de saciedad. Hace que el páncreas y el bazo procesen más despacio la glucosa, por lo que ayuda a los diabéticos.
Por su acción en el estómago, el intestino y el recto, lubrifica y facilita la evacuación. Es un laxante suave.
Vesícula biliar: para los cálculos se ingiere con gotas de limón.
También limpia las arenillas,  los cálculos, las vías urinarias. Lubrifica y desinfecta.
Se recomienda tomar cada día una cucharada por la mañana en ayunas y otra por la noche antes de acostarse, si se quiere con unas gotas de limón.

LAVATIVAS PARA EL ESTREÑIMIENTO

Se puede utilizar una decocción de malvavisco (mucílago) con miel y aceite.
Para el lavado intestinal se utiliza mitad de agua tibia y mitad de aceite. Se puede añadir un poco de jabón al agua tibia. Es muy útil en procesos de fiebre.
Regula el colesterol, pues potencia las grasas saludables y disuelve las malas.
Es un protector cardiovascular.
Consumido diariamente, baja la tensión.
Previene y alivia la arteriosclerosis, los problemas circulatorios, coronarios, cardiovasculares y cerebrovasculares.
Equilibra las aguas y grasas en el sistema.
Se debe guardar en cristal. Conservado en plástico se puede impregnar de algunos de sus componentes.

Se ha realizado un estudio en un pueblo olivarero de Italia con una de las poblaciones más longevas del mundo. Combate la primera causa de muerte actual: los accidentes cardiovasculares y cerebrovasculares.
Es el único aceite que no pierde sus propiedades cuando se calienta, ni siquiera en las frituras.
El resto de los aceites muta en cuanto supera los 100º C de temperatura.
Las propiedades cicatrizantes y vulnerarias también están presentes en el jugo de la oliva. En caso de una herida en el campo, se puede aplicar directamente ese jugo en la herida.

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